
El desayuno se considera la comida principal del día, en él podemos aportar al organismo todos los nutrientes que necesita para funcionar correctamente durante el día y además nos aporta la energía necesaria para un buen rendimiento diario después de más de ocho horas de ayuno nocturno, pero, hay que tener en cuenta que las necesidades alimentencias cambian en cada etapa de nuestra vida, así no son las mismas las necesidades nutricionales para un niño escolar que para una persona de 65 años.
Mucha gente considera de forma equivocada, que saltarse el desayuno les ayuda a mantener un peso ideal, pero nada más lejos de la realidad, es en el desayuno donde debemos cargar nuestro organismo de energía, de nutrientes y vitaminas necesarias para estar saludables, y así quemar durante todo el día las calorías consumidas mediante la actividad diaria.
A partir de los 60 años tiene una importancia aún mayor, ya que aportando unos alimentos sanos y equilibrados contribuimos a mantener a raya muchas de las afecciones que aparecen con la edad, como son el colesterol, la osteoporosis, la falta de hierro, etc… y además ayudamos al buen funcionamiento de nuestro cerebro.
A continuación vemos un desayuno sano y completo indicado para esta edad, pero antes es importante tener en cuenta que para que un desayuno sea enteramente saludable y nos aporte calidad, es fundamental dedicar al desayuno la importancia que se merece, para ello nos concentraremos en su elaboración, haremos una presentación agradable del mismo, mientras somos conscientes de los nutrientes que nos aporta cada alimento que utilizamos para prepararlo, además de tomarlo sin prisas, sentados y dedicar el tiempo necesario para consumirlo. De este modo no solo conseguiremos sentir un gran bienestar mientras desayunamos al saber los nutrientes que estamos tomando, si no que disfrutaremos de una ocupación diaria agradable lo que es un factor muy importante para las personas mayores y sobre todo si viven solas.
Ahora sí, vemos un ejemplo de desayuno, teniendo siempre en cuenta las limitaciones alimentarias que algunos mayores puedan tener por motivos de salud ó alergias que su médico les habrá indicado, así algunos alimentos se pueden sustituir por otros que lo complementen.
1. Beber un vaso de agua con unas gotas de limón o un kiwi en ayunas, o también una infusión. El agua con limón aporta vitamina C que refuerza nuestras defensas, después de tomarlo es conveniente dejar pasar unos 10 minutos antes de dar paso al desayuno, para ello se puede tomar al levantarse y así dejar pasar unos minutos a la vez que se prepara el desayuno. El kiwi facilita el tránsito intestinal, beber líquido abundante es muy importante en la tercera edad.
2. Lácteos, Incluir en el desayuno leche preferiblemente entera o semidesnatada, o bien un yogur o queso tipo burgos, y si es de cabra mejor que mejor. No hay que tener miedo a los lácteos de leche entera, porque lo que se consigue con la leche entera es un mayor aporte de nutrientes que nos sacian durante más tiempo y nos evitan picar entre horas. Los lácteos nos aportan calcio y vitaminas A y D, nos ayudan contra la osteoporosis.
3. Cereales integrales, que se pueden consumir en rebanadas de pan con aceite de oliva virgen extra o copos de maíz o avena. Nos aportan hierro y vitaminas del grupo B, ayudan a un sistema nervioso saludable y mantienen a raya la anemia. Además si añadimos un chorro de aceite de oliva virgen conseguimos un aporte extra de vitamina E que colabora al buen estado del cerebro y ayuda a controlar el colesterol, prueba también el aceite de coco que además ayuda a prevenir el alzheimer.
4. Proteínas, incluir unas lonchas de pechuga de pavo o jamón serrano o cocido, el queso tipo burgos o una tortilla francesa también es fuente de proteína, la cual sacia y nos evita tener hambre de nuevo al poco tiempo.
5. Fruta baja en azúcar, a muchas personas mayores les cuesta tomar fruta a diario, por ello incluir una pieza al menos en el desayuno es fundamental, procurando alternar cada día la fruta. Sobre buscar frutas con un índice glucémico bajo (baja en azúcar), se debe a que es un modo de evitar la diabetes una enfermedad más frecuente a medida que se cumplen años.
6. Frutos secos, añadir un puñado de frutos secos harán un desayuno completo, unas nueces, almendras o avellanas aportan vitamina E y nutrientes que favorecen el buen funcionamiento del cerebro.
Se basa en un desayuno equilibrado, con gran aporte de nutrientes, y alto contenido en proteínas que nos ayudan a saciarnos durante más tiempo y así evitar comer entre horas.
