abril 25, 2024

Revista V+65

El magacine para +65

La Decadencia de los Alimentos

Desde finales de verano nos acompaña a todos una gran incertidumbre ante las previsiones de subidas de luz y gas, y de cómo éstas a su vez afectarán al precio de los alimentos. Y es que lo más preocupante ya no sólo es el precio que tendremos que pagar por encender la luz o poner la lavadora, incluso para encender la calefacción puede que lo tengamos que pensar dos veces, lo peor es que ésto ya está afectando a la CALIDAD de los alimentos, no sólo al precio, si no a la CALIDAD de los mismos.

Recuerdo cuando empezaron estas altas previsiones de inflación, cómo veíamos que el elevado coste de la luz, la gasolina o el gas, afectaba a los ganaderos y agricultores los cuales tenían que subir los precios de sus productos, ya que sus facturas energéticas para elaborar sus productos ya no les dejaba ganancias por lo que tenían que subir los precios, y ahí se formaba la famosa cadena de costes que transcurre desde que «la leche sale de la vaca hasta que llega a nuestra taza» o desde que «el trigo se recolecta hasta que llega a nuestro trozo de pan del desayuno». Entonces pensé que lo peor no sería la subida de precios (aunque también), si no que estaba en peligro la calidad de los ingredientes….

Pues eso ya está pasando, no hace falta esperar al otoño a ver como se comportan los mercados, a día de hoy ya todos estamos comprobando como nuestros productos envasados de alimentación que compramos habitualmente han cambiado. Lo peor es que «las marcas» juegan con la percepción sensorial de la gente (o sea, nosotros), y así ya nos estamos encontrando:

1.Envases de congelados y también de precocinados, que han subido de precio, y es que no han subido 5 o 10 céntimos, no, muchos han subido más del 20% del tirón después de mucho tiempo con un precio estable, pero lo peor es que no solo le han subido el precio al paquete de guisantes congelados que compras habitualmente, si no que además le han quitado gramos! y en eso posiblemente no recaemos a primera vista, simplemente pensamos «uf, vaya cómo ha subido de precio ésto» pero posiblemente se nos pase por alto que además ya no son 500 gramos como antes, si no que a la bolsita le han quitado 100 gramos y ahora son 400 gramos. Y la cosa que eso es legal, ya que en la bolsa pone el peso actual, pero las marcas saben que la costumbre de comprar el mismo producto no nos hará fijarnos en el peso, si no sólo en el precio, «un mal menor» pensarán.

2.Lo mismo ocurre con los envases de loncheados de embutidos, seguro que muchos ya os habéis fijado que ahora traen menos lonchas (y cómo no, también cuestan más). Los paquetes de magdalenas pesan menos e incluso si os fijáis son más pequeñas, al principio de todo ésto recuerdo que se notaban las bolsas como poco llenas, sin embargo ahora «fueron evolucionando» y ya crean bolsas más pequeñas para que «parezcan más llenas».

3.Algo curioso pasa con muchas marcas de huevos que ahora sus formatos son de 10 unidades en lugar de una docena, aunque el envase visualmente es del mismo tamaño que la caja de 12.

4.LOS INGREDIENTES. Está en mayúsculas porque lo que más entristece es ver como muchas marcas bajan la calidad de sus productos, jugando una vez más con la percepción sensorial de sus clientes, y así aprovechan para ofrecer alimentos «supuestamente» más saludables, por ejemplo te suben el precio pero te ofrecen una línea «sin azúcar» como regalo saludable, pero mucho ojo con ésto! porque esconden la palabra «azúcar» y lo cambian por algo mucho peor para la salud que es el jarabe de glucosa o incluso la fructosa, que por cierto a las marcas les sale mucho más barato utilizar éstos dos ingredientes que el tradicional azúcar.

5.Seguramente os habéis dado cuenta también en productos tan habituales como los yogures…muchas marcas que presumían de incluir ingredientes naturales en sus yogures de sabores o frutas, ahora han añadido tal cantidad de colorantes para abaratar sus costes que han perdido totalmente la calidad de antes.

Éstos meses se me acumula el trabajo recorriendo supermercados, analizando etiquetas de productos habituales así como nuevos productos que están sacando al mercado, para así poder recomendar envases más saludables, ya que la gran mayoría de marcas habituales han «sustituido» algunos de sus ingredientes por otros más económicos para ellos pero más caros para «nuestra» salud…

Así es que, no nos queda otra que ir a hacer la compra con tiempo y paciencia, para así fijarnos bien en lo que compramos, ya que «lo de siempre» puede que ya no sea lo que creíamos que era.

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