Volver a la rutina después del verano no solo se hace cuesta arriba para los que todavía cumplen un horario laboral, también para las personas que han llegado a la jubilación, pasar de los días largos de verano a los días más cortos y grises, conllevan a veces un proceso de adaptación.
Consejos para adaptarse al otoño tras la jubilación
El verano llega a su fin, y con él se van esos días largos y calurosos llenos de momentos de desconexión. Para muchos, esta época es ideal para relajarse, hacer excursiones, ver a la familia y, en general, salir un poco de la rutina. Pero ahora, con la llegada del otoño, nos encontramos con un nuevo escenario. ¿Cómo volver a la “normalidad” después del verano cuando ya estamos jubilados?
Si bien la jubilación nos libera de las obligaciones laborales, el ritmo y la rutina siguen siendo importantes para mantenernos activos, motivados y con la mente en su sitio. Así que, ¡no te preocupes! Aquí encontrarás algunos consejos para que encares el otoño de la mejor manera, ajustándote poco a poco a esta nueva temporada.
1. Escucha tu cuerpo, pero no te quedes quieto
Después del ajetreo del verano, es normal sentir un poco de cansancio. Aprovecha los primeros días de otoño para descansar un poco, pero no te dejes caer en la tentación de la inactividad. A medida que las temperaturas bajan, es fundamental mantener el cuerpo en movimiento. Si durante el verano estuviste caminando por la playa o haciendo actividades al aire libre, no lo dejes ahora. El otoño es perfecto para hacer paseos por el parque o apuntarte a alguna clase suave de ejercicio, como yoga o gimnasia de mantenimiento. El movimiento regular mantiene el ánimo alto y cuida tu salud física.
2. Recupera una rutina diaria (pero flexible)
La vida sin el reloj del trabajo puede ser una bendición, pero es fácil perder el ritmo sin una estructura. ¡Y ojo! No necesitas un horario rígido, pero sí te ayudará tener un plan básico de qué quieres hacer cada día. Levántate a la misma hora, planea actividades, organiza tus comidas y respeta tus momentos de descanso. Tener una rutina sencilla pero clara te ayuda a sentirte con energía y a aprovechar mejor el día.
3. Aprovecha la belleza del otoño
¡El otoño es una estación preciosa! Los colores de las hojas, los paisajes cambiantes y esa luz dorada de las tardes son una invitación para disfrutar de la naturaleza. Si te gusta la fotografía, es el momento ideal para capturar el paisaje. También puedes salir a dar paseos tranquilos, descubrir nuevos parques o jardines, o disfrutar de alguna terraza al sol (con un abrigo, claro). Además el otoño nos proporciona la posibilidad de realizar muchas actividades que no se pueden hacer en otras épocas del año, como participar en actividades grupales de recogida de setas, castañas, etc.. El aire fresco revitaliza y puede hacer maravillas para despejar la mente.
4. El placer de los pequeños proyectos
Si durante el verano dejaste de lado algunas actividades que disfrutas, este es el momento de retomarlas. Con la llegada del otoño, apetece más estar en casa, y es la ocasión perfecta para retomar lecturas pendientes, aprender algo nuevo o dedicar tiempo a esos pasatiempos que quizás habías olvidado. ¿Te gusta la jardinería? ¿La costura? ¿Quizás la cocina? Ahora es el momento de organizar pequeños proyectos que te mantengan entretenido/a y te aporten satisfacción.
5. El valor de los encuentros sociales
Con la llegada del frío, a veces tendemos a quedarnos más en casa, pero es importante seguir conectados con amigos, familia o vecinos. Los cafés en compañía, las charlas largas o incluso las videollamadas con esos familiares que están lejos pueden darle un toque de alegría a tu día. No olvides que, aunque la rutina cambie, las relaciones sociales son una fuente de bienestar emocional y mental.
6. Escucha tu ánimo y cuida tu bienestar emocional
Con el cambio de estación, es normal que algunas personas sientan una pequeña “melancolía”. El verano es sinónimo de luz, de vida al aire libre y de cierta despreocupación. Sin embargo, el otoño también tiene su magia, solo es cuestión de aprender a apreciarla. Si te sientes un poco más apagado, no lo ignores. Dedica tiempo a aquellas actividades que te hagan sentir bien: desde escuchar música hasta realizar actividades creativas o practicar la meditación.
7. Prepárate para disfrutar del invierno
Por último, no veas el otoño como una etapa de transición hacia el invierno, sino como una estación con encanto propio. Aprovecha este tiempo para prepararte mentalmente y físicamente para el frío. Reorganiza tu casa para los días más cortos, haz algún plan para cuando lleguen las fiestas, e incluso prepara recetas de otoño que te calienten el alma.
Adaptarse a la vuelta a la rutina tras el verano es simplemente una oportunidad para encontrar nuevos momentos de disfrute, tranquilidad y crecimiento personal. Tómate tu tiempo, cuida de ti y sigue disfrutando de cada día, sin importar la estación del año.