
Un año más Agosto ha llegado acompañado de una ola de calor. En muchas partes de España las temperaturas están superando los 40ºC. Pero no por ello debemos renunciar a vernos bien, sentirnos cómodos y salir a disfrutar del verano.
Hoy os cuento sobre las claves para vestir frescod y con estilo en plena ola de calor, con tejidos que se adaptan mejor a la piel los días de más calor, cortes que te favorecen y colores que nos dan alegría.
¿Qué tejidos usar cuando el calor aprieta?
Cuando las temperaturas suben, tu piel necesita respirar. Evita los materiales sintéticos que retienen el sudor y apuesta por los tejidos naturales y transpirables:
- Lino: ligero, elegante y fresco. Ideal para camisas, vestidos y pantalones amplios.
- Algodón 100%: suave, absorbente y muy versátil. Perfecto para camisetas, túnicas y ropa interior.
- Viscosa o rayón: se siente fresca al tacto y cae muy bien en vestidos y blusas.
- Bambú: antibacteriano, hipoalergénico y muy fresco. Una maravilla para pieles sensibles.
Un consejo práctico: opta por prendas de colores claros, que reflejan la luz solar y no absorben tanto calor como los oscuros.
¿Qué tipo de ropa nos resultará más cómoda y práctica durante una ola de calor?
Aunque nuestros armarios pueden estar repletos de prendas de verano, es cierto, que en los días de mucho calor, no todo vale, hay prendas con cortes que nos resultan mucho más ligeros, frescos y cómodos:
Para ellas:
- Vestidos camiseros de lino o algodón: sueltos, cortos, largos o de largo medio. Ideales para pasear o ir a comer fuera.
- Pantalones palazzo o culottes: cómodos y elegantes de tela fresca y suelta, permiten que circule el aire.
- Blusas con mangas vaporosas: cubren sin agobiar, y aportan un toque femenino.
- Kimonos ligeros o chalecos de verano: para cubrirse un poco sin pasar calor.
Para ellos:
- Pantalones de lino o algodón con cintura elástica: elegantes y frescos.
- Camisas de manga corta o manga larga remangada de lino o viscosa.
- Polos suaves o camisetas de algodón: para un look arreglado sin esfuerzo.
- Sombrero tipo panamá y gafas de sol con filtro UV: estilo y protección en uno.
El toque final: accesorios útiles
- Sandalias ergonómicas o alpargatas: cómodas, transpirables y con buena sujeción.
- Sombreros ligeros y de ala ancha: protegen la cara y el cuello del sol.
- Abanicos con diseños elegantes: un clásico que vuelve con fuerza y da mucho juego.
- Collares ligeros: añaden color sin agobiar.
Y si tienes la piel sensible…
Muchas personas notan que el calor afecta más su piel: picor, enrojecimiento o sudor excesivo. En ese caso:
- Elige ropa suelta que no roce demasiado.
- Evita los bordados duros o costuras marcadas.
- Prioriza las etiquetas de “hipoalergénico” o “dermatológicamente testado” en ropa interior.
- Y por supuesto: hidrata bien tu piel y bebe agua aunque no tengas sed.
El estilo no depende de tallas, arrugas ni modas pasajeras. Se trata de sentirte bien haga el tiempo que haga.
