Hoy en día casi todos tomamos algún tipo de suplemento, los más comunes son el Omega3, Magnesio y la vitamina D, entre otros muchos.
Sin embargo más del 60% de quienes toman suplementos por su cuenta, los están tomando pensando que les pueden estar haciendo algún beneficio y sin embargo les están aportando poco más que un vaso de agua… El motivo es que muchas personas toman los suplementos por recomendaciones de otras personas, generalmente amigos o familiares, cuando lo recomendable es que los suplementos se tomen bajo indicación médica o terapeuta especializado.
Sin embargo, cuando aun así deciden comprar suplementos por su cuenta, la mayoría compran este tipo de suplementos fácilmente de encontrar incluso en supermercados, sin fijarse en algunos puntos necesarios para que al menos ese suplemento tenga alguna eficacia:
¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de comprar un suplemento?
- El principio activo, por ejemplo en el caso del Magnesio, no tiene la misma «funcionalidad» ni tampoco la misma «eficacia» el carbonato de magnesio, o el óxido de magnesio, o el citrato, o el glicinato, etc…
- La formulación, la mayoría de envases que se encuentran fácilmente en el mercado, llevan unas cantidades tan ínfimas en cada cápsula, que apenas nos aportan.
- El triple fraude… le llaman así porque la mayoría de envases que se encuentran fácilmente en el mercado…tienen un precio bajo y «aparentan» una relación calidad/cantidad/precio bastante interesante…pero sin embargo en la letra pequeña (que a veces cuesta encontrar…) se puede ver que para que nuestro organismo note su efecto hay que tomar quizá más de 4 cápsulas en cada toma….
- La combinación entre suplementos en la composición. Por ejemplo, el magnesio mejora su funcionabilidad si se combina con Vitamina B6, o los suplementos de cúrcuma (para la artrosis, etc…) aumentan su efectividad si se combinan con pimienta negra.
Así en el caso del Omega-3 hay que fijarse además en el equilibrio EPA y DHA, una cantidad menor de la aconsejada diaria poco efecto nos va a hacer, lo mismo pasa con el magnesio o la vitamina D, si nos decidimos solo porque la caja trae «Magnesio» sin fijarnos en su principal activo, quizá estamos eligiendo una composición que nos es la más adecuada para mejorar el «síntoma» para el cual lo queremos tomar.
