La receta más saludable del mundo es además una de las recetas más antiguas y que quizá la mayoría conocéis y además habréis escuchado muchas veces de sus bondades, o recordáis a nuestras abuelas prepararla con esmero.
Esta receta no es otra que: EL CALDO DE HUESOS.
Tiene muchísimas propiedades y aunque es una receta fácil de hacer en sí, es cierto que el único problema que presenta es que requiere unas cuantas horas de cocción, de ahí el secreto de su éxito.
Propiedades del caldo de huesos:
- Altísimo aporte de Colágeno.
- Mejora la artritis y dolor articular (ya que aporta glucosamina).
- Repara la mucosa intestinal y facilita la digestión (contiene glicina).
- Rico en vitaminas y minerales (magnesio, calcio, selenio, ácidos grasos, potasio, manganeso, zinc, hierro y vitamina A y K).
- Excelente alimento antienvejecimiento, favoreciendo la elasticidad y firmeza de la piel (colágeno).
- Mejora la función cerebral y las habilidades cognitivas.
- Fortalece el sistema inmunológico.
Receta Caldo de Huesos:
El ingrediente principal son huesos principalmente de ternera y pollo. En el caso del pollo se recomienda utilizar la carcasa tras hacer un pollo asado, además tiene la ventaja que para hacer un buen caldo de huesos se recomienda llevar unos 20 minutos los huesos previamente al horno, así es que si ya hemos cocinado el pollo, ya tenemos la carcasa previamente pasada por el horno.
En una olla añadir los huesos de pollo y de ternera (se aconseja rodilla, rabo y otros huesos que sean gelatinosos), llevar a cocción y añadir 2 cucharadas de vinagre de manzana, el vinagre ayuda a extraer con más eficacia los nutrientes de los huesos, sobre todo el colágeno. Añadir unas verduras como puerro, apio, cebolla.
Cubrir con agua y llevar a cocción a fuego lento al menos 10 horas…. aquí hay truco, hoy en día tenemos las ollas CrokPot u ollas de cocción lenta, que te permite hacerlo de forma más rápida y segura (abajo os dejo un enlace). También se puede hacer durante 2 horas en una olla a presión, pero si realmente quieres sacarle todo «su jugo» mejor la forma tradicional o la CrokPot. Cuanto más tiempo de cocción más gelatinoso y espeso nos saldrá, una vez finalizado quitar los huesos y guardar en la nevera (para consumir en unos días) o al congelador para ir sacando porciones.
Aquí os dejo unos enlaces por si no conocéis la CrokPot y también a las cubiteras de gran capacidad con tapa que les daréis mucho uso, no solo para el caldo de huesos, si no para guardar caldos, mermeladas en porciones, etc…
- Cubitera gran capacidad con Tapa (Ver clic aquí)
- Olla cocción lenta CrokPot (Ver clic aquí)
Además se puede preparar y una vez frío envasar en botes que se conservan unos días en la nevera, también se pueden envasar en cubiteras de alta capacidad con tapa y llevar al congelador, así sólo habrá que sacar un cubito cuando se desee. Se puede añadir a sopas, arroces, incluso se puede tomar una cucharada en ayunas y santo remedio!
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