Éstos últimos años se venían buscando fórmulas para paliar la creciente soledad de las personas mayores.
Como sabemos la sociedad está cambiando muy rápido en los últimos años, y si antes teníamos la imagen común de familias compuestas de abuelos, padres y nietos, ahora todo ha cambiado, ahora las viviendas familiares se suelen componer de padres e hijos, mientras los abuelos continúan viviendo solos en sus propias viviendas. Tampoco es habitual que los hijos y nueras cuiden de los mayores de la familia como antes. Y si a ésto sumamos que la población está envejeciendo a pasos agigantados con una tasa de muy pocos nacimientos, así se creó un dilema social.
Y entonces pasó lo que nadie podía imaginar que podía pasar, llegó un virus que nos confinó a cada familia en su propio hogar y además había que dejar aun más solos a nuestros mayores porque al ser personas de riesgo los podíamos contagiar.
Por suerte los mayores, una vez más, nos dieron ejemplo de sacar fortaleza donde ya no queda y muchos aplicaron tácticas para no venirse abajo durante esos días difíciles donde parece que la casa se nos puede caer encima al estar solos.
Esperemos que no tengamos que volver a pasar por una situación así, pero si algo hemos aprendido, es la importancia de conocer esas «tácticas» para afrontar esa soledad de la forma más positiva posible, así que tomar nota de los siguientes consejos que nos van a ayudar para evitar esa sensación de soledad:
-Procurar mantener una rutina diaria, donde al levantarse cada día, mirar por la ventana y agradecer tanto a la lluvia como al sol.
-Preparar un desayuno que nos guste, sin prisas y con esmero por que nos lo merecemos. Hacer un ejercicio de concentración y estimulación disfrutando de la presentación, sabor, olor y cada detalle de nuestro desayuno especial diario. Pon la mesa con detalle y disfruta sin prisa cada bocado.
-Aprovechar esos rayos de sol de la mañana que son los que más nos benefician de su vitamina D, además de la paz sensorial que nos produce el sol en nuestra piel.
-Ordenar la casa, ropa, cajones, aprovechar esos días para dar ese toque que sabemos que nuestra casa necesita para luego sentir el reconfortamiento de sentirte en una casa a tu gusto, que te inspira.
-Pensar una receta diferente, atreverse con sabores nuevos y platos que nos llamaron la atención y nunca nos pusimos a hacer.
–Leer libros de alimentación adecuados a nuestra edad que nos ayuden a prevenir enfermedades (Ejemplo: La dieta de la Longevidad-click aquí para ver-).
–Buscar actividades de manualidades que nos mantengan entretenidos (ejemplo: El gran libro de las manualidades creativas -click aquí para ver-).
-«Familiarizarse» con «internet» y las redes sociales. El coviid hizo que manejarse con internet se vuelva imprescindible hasta para consultar al médico, hacer compras, hablar con amigos y familiares, etc..
-Si todavía no tienes en la terraza un lugar habilitado para una mesa de café o lectura, es hora de hacer una pequeña redecoración habilitando un lugar cómodo y relajante para leer, tomar café y ver la actividad fuera. Si no se dispone de terraza, habilitar un lugar cómodo con una silla cómoda y una mesilla junto a una ventana de la casa que reciba bastante luz y crear en ese rincón un lugar de paz confortable para la lectura y nuestros momentos de café mirando al exterior.
-Si se tiene alguna dependencia por movilidad o médica es interesante hacerse con algún dispositivo de teleasistencia que permiten de forma rápida contactar con el familiar o persona que se configura en el aparato (->como alguno de éstos).
Y sobre todo, no estar todo el día pendiente de los informativos, con ver las noticias una vez al día para estar informado, y el resto buscar entretenimiento y pensar que saldremos de ésta situación renovados.